Las multinacionales tienen su propio sistema de tribunales a escala internacional, llamado ISDS, que utilizan para intimidar a los gobiernos. Sin embargo, las personas afectadas por las violaciones de los derechos humanos cometidas por las transnacionales no logran acceder a la justicia. Esto es injusto. Debemos acabar con el ISDS de manera urgente. En su lugar, se tiene que establecer un Tratado vinculante de la ONU y un tribunal global capaz de exigir responsabilidades a las multinacionales por la violación de los derechos humanos.
Cometen asesinatos y se van de rositas. Destruyen el planeta y no se les exige responsabilidades. Acaban con los medios de vida de millones de personas sin preguntarles ni compensarles… Paradójicamente, en vez de castigarles, nuestros gobiernos les otorgan siempre mayores privilegios.
Durante 3 días, algunas de las personas más ricas y poderosas del mundo se reunirán en el Foro Económico Mundial en Davos. Entre ellas, habrá personas que representan a multinacionales que han sido acusadas de serias violaciones de derechos humanos y de destruir el medioambiente. Allí estarán por ejemplo los ejecutivos de Chevron, una compañía acusada de infligir un daño enorme en grandes extensiones de la Amazonía ecuatoriana.
También estarán presentes, brindando con champán con líderes mundiales, a grandes traficantes de armas como Lockheed Martin y BAE Systems y a gigantes mineros como Glencore y Anglo-American, que han destruido los medios de vida de comunidades enteras. A estas empresas transnacionales no se les exige responsabilidades por los delitos que comenten y de los que se benefician.
Por si fuera poco, nuestros gobiernos les ofrecen su propio sistema global de tribunales privados, el llamado ISDS, que utilizan para amenazar a otros estados y poder obtener de ellos lo que desean. Multinacionales responsables de abusos contra los derechos humanos están utilizando este sistema para demandar a los estados y obtener miles de millones de los contribuyentes.
A través del ISDS, ya han impugnado numerosos veredictos que les ordenaban pagar por sus daños ambientales, leyes que reducen las tarifas de agua para las personas vulnerables, que frenan el fracking y las nucleares, o que cierran minas tóxicas.
Es hora de acabar con la impunidad. Hoy se lanza una nueva campaña en toda Europa. Una campaña para exigir obligaciones vinculantes para las corporaciones y el fin de sus privilegios.
PD: El viernes 25, la Campaña No a los TCI, de la que Attac forma parte, estará en Davos para enviar un primer mensaje a los líderes de la UE y a los ejecutivos de las multinacionales. En 2019 pondremos fin a los tribunales corporativos y forzaremos a la UE y los Estados miembros a apoyar un sistema global robusto capaz de exigir responsabilidades a las multinacionales por sus delitos.